Diferencias del registro de la Propiedad Intelectual y la Propiedad Industrial

En un mundo donde el consumo está cada vez más masificado, en muchos casos se recurre a prácticas desleales que implican el plagio o copia de ideas de otras personas. De esta manera, es importante conocer la necesidad de registrar nuestras ideas para evitar estos robos tan usuales.

Cuando tenemos una idea, debemos registrarla en el registro de la propiedad. No obstante, existen a este respecto dos registros diferentes dependiendo del tipo de idea y del uso que vaya a dársele a dicha idea. En este artículo trataremos de explicar las diferencias entre el Registro de la Propiedad Intelectual y Registro de la Propiedad Industrial.

Características de la Propiedad Intelectual

La Propiedad Intelectual hace referencia a las creaciones que un autor hace y constituye una pieza única. Por ejemplo, una obra de arte pertenecería a este tipo de propiedad Intelectual. Estas creaciones no están pensadas para producirse en cadena ni masivamente, sino que
constituyen piezas únicas provenientes del espíritu creador de su autor.

Características de la Propiedad Industrial

En el caso de este tipo de propiedades, se hace referencia a aquellas creaciones que están pensadas para aplicarse al mundo industrial. Es decir, estas creaciones pueden ser Patentes de Invención, Modelos de Utilidad , Diseños o Modelos Industriales y cualquier otra creación que esté relacionada directamente con el mundo industrial.

Este tipo de ideas servirán para crearse en masa o ayudar a este proceso de creación en masa.

De esta forma, podemos encontrar unas diferencias principales entre estos dos tipos de propiedades.

En primer lugar, el Registro de la Propiedad Intelectual se lleva a cabo cuando un autor ha llevado a cabo una película o libro, por ejemplo. Registrar este tipo de propiedad incluye derechos de autor y derechos conexos o afines.

Por último, el registro de la Propiedad Industrial se lleva a cabo para esas creaciones que tienen utilidad industrial y sirven para proteger aquellas ideas que tienen un alto potencial productivo y económico.